Esta variable se mide como la relación entre la potencia de salida útil y la potencia de entrada total. Esta métrica se expresa generalmente como un porcentaje y se calcula utilizando la siguiente fórmula:
Pasos para medir la eficiencia
Medición de Potencia de Salida:
La potencia de salida se mide conectando una carga (como un altavoz) al amplificador y aplicando una señal de prueba (normalmente una señal senoidal). Se puede usar un medidor de potencia o un osciloscopio para determinar la potencia entregada a la carga.
Medición de Potencia de Entrada:
La potencia de entrada se mide registrando el voltaje y la corriente en la fuente de alimentación del amplificador. Esto se puede hacer usando un medidor de voltaje y un medidor de corriente, o un medidor que combine ambas funciones.
Cálculo:
Una vez que se tienen ambos valores, se aplica la fórmula mencionada anteriormente para calcular la eficiencia.
Consideraciones
Condiciones de Prueba: Es crucial realizar las mediciones bajo condiciones específicas, como el mismo nivel de volumen y tipo de señal, para obtener resultados consistentes.
Frecuencia: La frecuencia de operación también puede influir en la eficiencia, por lo que es recomendable medirla a frecuencias representativas del uso normal del amplificador.
Pérdidas Internas: La eficiencia también puede verse afectada por pérdidas internas en el amplificador debido a componentes como transistores y circuitos integrados, que pueden generar calor.
Los amplificadores clase D son conocidos por su alta eficiencia, que típicamente supera el 90%, gracias a su diseño que minimiza las pérdidas durante el proceso de conmutación.